Camina

Muchos de los problemas de salud de la sociedad en que vivimos se deben a la falta crónica de ejercicio. Las afecciones cardiacas, mentales y desórdenes del sueño son casi siempre originados por el no ponernos en movimiento con regularidad y permanecer muchas horas sentados o en actitud pasiva.

Para quienes piensan que hacer ejercicio es una tarea complicada, que cansa y que sólo produce resultados al mediano o largo plazo, y que por ello no saben por donde comenzar, tengo una buena noticia. Hay una actividad sencilla, agradable, social y que no cansa (en exceso) que no requiere material especial y que podemos practicar todos los días si así lo decidimos.

Estoy hablando de caminar, o andar como lo denominan en otros lugares. Si bien es cierto que una persona promedio puede caminar de 15 a 20 minutos al día si suma los pequeños trayectos que recorre en su casa o lugar de trabajo, además de las gestiones que haga desplazándose a pie, es necesario dedicar al menos 30 minutos a caminar con paso vivo para notar sus efectos terapéuticos. Esto es, salir con el único propósito de caminar a paso vivo y «estirar las piernas».

Si bien es cierto que podemos combinar el andar con algo más que tengamos que hacer, por ejemplo, ir a comprar algo, al banco o simplemente realizar alguna gestión sin usar un vehículo, el estar plenamente presentes al ejercitar nuestra capacidad de desplazarnos hace que no sólo el cuerpo se mueva y relaje, sino que también la mente pueda desconectar y simplemente disfrutar de la experiencia, sin que haya un fin definido. En otras palabras, caminar por el simple hecho de caminar, sin ningún objetivo o meta en concreto.

¿Qué obtenemos con esto? Podemos desconectar de lo que estemos haciendo, permitir al cuerpo generar endorfinas con su respectiva dosis de alegría y positivismo, ejercitar nuestros músculos, relacionarnos con el entorno de manera directa y sin intermediarios (léase pantallas, interpretaciones, ventanas y similares), entrar en contacto con el medio natural (el aire, el sonido, los árboles, la gente) y recordar, así sea brevemente, nuestra naturaleza móvil e impermanente.

Si hablamos de efectos más concretos, para aquellos que necesiten aún más razones, el caminar de 30 a 45 minutos al día reduce hasta en un 50% el riesgo de demencia y enfermedades mentales y disminuye de manera importante la posibilidad de enfermedades cardiovasculares. El ejercicio de bajo impacto permite una mejor desintoxicación del organismo, activando mecanismos como el sudor, que nos ayudan a eliminar las sustancias que se han acumulado y que no hemos eliminado por completo. Los pulmones y el sistema respiratorio en general se ven beneficiados, y la exposición a la hierba, ramas y hojas de árboles, así como los animales que podamos encontrarnos, ayudan a fortalecer el sistema inmune. Y por último, sin que esto signifique que no haya otros efectos positivos, el ejercicio regular facilita el sueño y mejora su calidad.

¿Qué hace falta? Simplemente salir y dar una vuelta por nuestro barrio o vecindario. No es necesario desplazarse a sitios lejanos o comprar la última generación en equipo deportivo. Basta con diseñar un recorrido que podamos hacer en unos 30 ó 40 minutos, solos o acompañados (aún mejor), y disfrutar de este momento diario de tranquilidad y beneficios casi ilimitados.

Una respuesta a «Camina»

  1. Buenas!
    Como fan del ejercicio añadiré, que añadir a nuestra práctica diaria, algunos ejercicios «explosivos», puede darnos la energía extra que necesitamos.

    Me explico, imaginémonos que al llegar al trabajo, decidimos subir por las escaleras y, además, a paso ligero. Esta pequeña bomba hará que la sangre fluya por nuestro organismo, y ayudará a que nos oxigenemos de cara a emprender las tareas más duras.

    Hay otras recomendaciones que haría, pero más dirigidas a gente que busque conseguir objetivos mayores (no sólo «sentirse bien», sino «sentirse mejor»). Por ejemplo, correr a primera hora de la mañana (si, lo sé, es duro), antes de desayunar, favorece la eliminación de grasas. Ahora lo que hay que tener, es valor para levantarse a las 6:00 AM :D.

    Un abrazo.

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