Es curioso ver cómo cada día nos levantamos y emprendemos la «marcha» sin apenas pensar en la razón intrínseca de por qué hacemos lo que hacemos. Si dejamos de lado el factor de satisfacer las necesidades básicas (techo, alimentación y vestido), y analizamos detenidamente todas y cada una de nuestras actividades con lupa, es muy posible que nos llevemos una sorpresa: la mayoría de las actividades que emprendemos son costumbres heredadas o aprendidas sin que nos demos cuenta.
«Claro!», dirán algunos/as, «es la única manera de poder emprender una nueva actividad!», lo cual es cierto, sin embargo, ¿donde queda nuestro gusto original? ¿La llamada pasión, ese deseo indescriptible de realizar algún trabajo o actividad artística? ¿Se aprende o ya lo llevamos con nosotros? Lo más probable es que en la sociedad actual, donde no hay tiempo para reflexionar ni «pararse a pensar», la primera opción sea la más obvia. Sin embargo, en las condiciones adecuadas, ¿surgirá el deseo innato de hacer algo en concreto, sin que hayamos sido expuestos de ninguna manera a estímulos que nos hagan pensar que eso es lo que queremos?
Es una pregunta de difícil respuesta. De todas formas, el ser capaces de poder discernir lo que es «moda» o «lo que hay que hacer» de nuestros gustos verdaderos es un trabajo interesante aunque complejo. El descubrir lo que realmente nos mueve y nos hace vibrar, haciéndonos olvidar de todo lo demás y que experimentemos la sensación que el tiempo se detiene, es lo que de verdad es propio y nuestro. Puede que se parezca a lo que hacen muchas otras personas, pero casi siempre tendrá un toque personal único e irrepetible que lo hará plenamente propio.
Para terminar, un buen punto de partida, aunque suene paradójico, es preguntarse si todo lo que haces, dices o te gusta es tuyo o lo has «adoptado» sin darte cuenta: expresiones, programas de televisión, tipo de música, material de lectura, hábitos deportivos y de alimentación… El comenzar a cuestionarlo todo es la puerta de entrada para un profundo auto-conocimiento que puede llevarnos a la libertad: esa situación donde podemos elegir sin miedo ni condicionantes de ningún tipo. ¿Te atreves?